La seguridad de nuestra piscina es un tema de vital importancia. Desgraciadamente, todos los veranos, nos encontramos en los medios de comunicación inquietantes noticias sobre el fallecimiento de menores ahogados en piscinas. Cuando esto sucede, todos nos preguntamos cómo ha sido eso posible. Y es que, aunque nos cueste creerlo, es cosa de poco segundos que la desgracia llame a nuestra puerta.
A partir de aquí, unas preguntas tenemos que hacernos. ¿Está mi piscina bien protegida frente a este riesgo tan frecuente? ¿Tenemos menores que no saben nadar en casa o animales de compañía? ¿Hemos tomado medidas para prevenir lo irreparable?
En Francia, ante la gravedad del problema y la cantidad de accidentes que se sucedían verano tras verano, optaron por obligar por ley, a proteger todas las piscinas con algún sistema de seguridad. Y desarrollaron una Normativa de obligado cumplimiento para definir qué elementos de seguridad eran válidos y qué condiciones debían de cumplir. La Ley votada el 3 de enero de 2003, obligaba a partir del 1 de enero del 2004, a instalar un dispositivo de seguridad homologado para todas las piscinas de nueva construcción y daba un plazo de 2 años, para todas las piscinas construidas antes del 2004. Así, a partir del 1 de enero de 2006, en Francia todas las piscinas deben de contar con un sistema de seguridad que cumpla la Normativa NF P90-306. Y de entre todos los sistemas posibles, la Comisión de Seguridad de los Consumidores Franceses, recomienda las vallas como el sistema más fiable y seguro.
¿Cómo reconocemos si una valla es segura? Pues según la NP 90-306, la valla debe de tener una altura superior a 110 cm, debe de instalarse a como mínimo 1 metro de la piscina y la puerta de acceso se debe de poder bloquear para que sea totalmente inaccesible para los niños.
En España, desgraciadamente, la única Normativa que existe, es la que encontramos en el Código Técnico de la Edificación, pero es solo aplicable a las piscinas de uso público, no existiendo a fecha de hoy, ninguna normativa para las piscinas privadas, que es precisamente donde más accidentes se producen.
No obstante, como consumidores y padres responsables que somos, es nuestra obligación velar por la seguridad de los nuestros. Por eso, os invitamos a que reflexionéis sobre este tema tan importante.
En PISCIUM, disponemos de diferentes sistemas que nos pueden ayudar a conseguir que nuestra piscina sea segura: cobertores de Invernaje, Persianas, Cubiertas, Alarmas electrónicas y por supuesto las vallas de seguridad. Disponemos de vallas fijas y desmontables. Estas últimas son las más recomendables, ya que aunamos, estética y seguridad, además de que las podemos desmontar en pocos minutos, por ejemplo, si un día queremos celebrar una fiesta y la piscina va a estar vigilada en todo momento. A nivel estético, las vallas de malla nos permiten una visión perfecta de nuestra piscina, además de que se van a integrar perfectamente en el estilo de nuestra vivienda, ya que las tenemos en color blanco, negro, verde, marrón y gris antracita.
Por último, hay que recordar, que ningún sistema de seguridad es infalible y que es nuestra responsabilidad evitar toda situación de peligro.
Cada año, son más los propietarios de piscinas que optan por vallas de seguridad, y es que es sin duda, la mejor manera de proteger nuestra piscina.
¡Este año, mi piscina protegida con vallas de seguridad de Piscium!
¡Piscium, los auténticos profesionales de la piscina!