Cuando la temporada de baño llega a su fin, es momento de preparar nuestra piscina para pasar el largo invierno y que llegue en perfectas condiciones a la siguiente temporada. A partir de aquí tenemos varias opciones.
La menos recomendable para nuestra piscina, es apagar el sistema de filtración y dejar que el agua se pierda. En este caso, el agua se va a poner con seguridad, de color verde oscuro, y vamos a observar como la vida comienza en nuestra piscina, llegando incluso a criar ranas y ese característico y desagradable olor a agua estancada. Nosotros, desde Piscium, desaconsejamos esta opción, ya que, aunque con los productos químicos actuales somos capaces de recuperar en unos días un agua negra, para nuestro revestimiento y nuestro sistema de filtración no va a ser lo más conveniente.
Una vez descartada la opción de dejarla perder, solo nos quedan 2 opciones más: o la mantenemos en marcha o la cubrimos con un cobertor de invierno.
Si optamos por mantenerla en marcha, deberemos reducir las horas de filtración y el consumo de productos químicos conforme el agua se valla enfriando. En pleno invierno, con un agua con una temperatura por debajo de 12ºC, será suficiente con filtrar una o dos horas al día, y no será necesario aportar cloro, ya que teóricamente, las algas no son capaces de reproducirse con esta temperatura. A partir de la primavera, cuando el agua comience a calentarse, aumentaremos las horas de filtración y comenzaremos a dosificar el producto químico. Con esta opción, tenemos que vigilar la piscina, teniendo que limpiar el fondo y el filtro de nuestra piscina por lo menos una vez al mes.
Si optamos por cubrirla con un cobertor de invierno, lo único que tenemos que hacer, es una vez adquirido, colocarlo al principio del otoño y volver a guardarlo al final de la primavera. Este cobertor va a cubrir toda la superficie de la lámina de agua y la piedra de coronación. Estos cobertores son de color azul o verde por la parte de arriba y negros por la parte de abajo. La característica principal, es que no van a dejar pasar la luz, y por tanto, no va a poder realizarse la fotosíntesis, por lo que nuestra agua permanecerá perfectamente limpia sin necesidad de utilizar productos químicos ni de filtrar el agua. Está opción, es la más ecológica, ya que una vez realizada la inversión, tenemos un cobertor reutilizable invierno tras invierno, y no tenemos ningún otro coste. La bomba de filtración, permanecerá todo el invierno apagada, por lo que alargaremos su vida útil. El coste energético será de 0€ durante nueve meses. El revestimiento de nuestra piscina, al estar protegido de la intemperie, sufrirá menos el paso de los años. Además, el cobertor de invierno, también sirve como sistema de seguridad, ya que nadie podrá caer a la piscina, ya que incluso podremos caminar sobre él.
No importa el tamaño o la forma que tenga nuestra piscina, ya que estos cobertores se fabrican a medida. En caso de piscinas muy anchas, será conveniente instalar unos cables de acero que la tensen en el medio. En Piscium, recomendamos la instalación de un cobertor de invierno, sobre todo, si nuestra piscina se encuentra en una segunda residencia, en la que no vamos en largas temporadas.
Además, en zonas con peligro de heladas, donde en invierno la temperatura baje por debajo de los 0ºC, el cobertor impedirá que el agua se pueda helar, ya que la cámara de aire existente entre el agua y el cobertor, amortiguará la temperatura.
Cada año, son más los propietarios de piscinas que optan por un cobertor de invierno, y es que es sin duda, la mejor manera de invernar nuestra piscina.
¡Este año, mi piscina lucirá con el mejor invernaje!